miércoles, 18 de febrero de 2009
MI PRIMER PROYECTO LITERARIO
Llevaba bastante tiempo dándole vueltas a la cabeza,(tanto tiempo parado..), así que empecé a escribir una historia, " La luna roja de Siberia".
El relato trata de un anciano que huye por un bosque, perseguido por algo o alguien...
Bueno, os paso una parte del principio t si queréis mas, me lo pedís al correo:
-mamaquierosermelomano@hotmail.com
GRACIAS Y ESPERO QUE OS GUSTE.
- Sergei llevaba horas corriendo adentrándose en un bosque que parecía infinito, sin destino, sin rumbo y, sin saberlo… sin fin. En su cabeza solo rondaba una idea: huir, no se atrevía a mirar atrás, sorteaba descomunales cedros que le hacían a la vez de verdugo, lastimándole severamente y dificultando su paso. Calzaba un par de botas desgastadas, unos pantalones roídos por las ratas y una enorme casaca de un alto cargo de la justicia, al que había matado con sus propias manos. Su barba era frondosa y blanquecina, el paso del tiempo había echo justicia en su cabellera y en los cauces de su cara, en la que lucia, a su pesar, un enorme moretón en el pómulo y una mueca involuntaria que reflejaba el dolor que sentía al notar, que empezaban a infectarse las numerosas heridas que afligían su famélica figura.
En una noche que se empezaba a hacer eterna, la escarcha se clavaba en la piel como avispas despiadadas, su huida parecía la cacería de un veloz puma intentando capturar su presa, lo único que esta vez él era el botín. Sergei empezaba a bajar el ritmo, se podía oír su respiración accidentada en la serena noche Siberiana, ahora, los macizos que le flagelaban a su paso empezaban a escasear y le ayudaban a tomar impulso, no sin tener que pagar un alto precio por ello, sus manos ensangrentadas y llenas de punzadas de corteza de encina eran la moneda. Emitía un gemido extraño y se decía así mismo: ¡No pares, corre, corre!- su atormentada cabeza no podía crear un plan para enfrentarse a su miedo.
Por un momento Sergei se detuvo.
Era un claro del bosque, libre de inmensos árboles en la que se reflejaba la luna llena, mística y extraordinaria luna llena que iluminaba hasta el último rincón de ese descampado. Su respiración era seca y agitada, miró hacia lo alto buscando el firmamento estrellado, abrió su boca agrietada y torciendo el gesto tomo una bocanada de aire como si se le fuera la vida en ello. Se encorvó y puso sus temblorosas manos sobre sus escuálidas rodillas, todo eso en un segundo, solo un segundo. Levanto su cabeza y vio su sombra consumida, proyectada en la maleza del descampado. Cuando de pronto, reapareció ese hedor pestilente a carne putrefacta que le perseguía hace horas. Sergei se dio la vuelta y buscando a alguien o algo gritó con desesperación:
-¿¡Que… que quieres de mi!?...
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La luna roja de Siberia
martes, 17 de febrero de 2009
The High End of Low
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